Estaba Alberto Chicote (@albertochicote) en plena faena en su campaña de reflotamiento de restaurantes a la deriva cuando surgió un golpe de fortuna. En mitad de la grabación del programa televisivo Pesadilla en la cocina se presentaba Lucía Etxebarria, escritora de prestigio y consumada comunicadora 2.0.
El chef rescatador convocaba a la plana mayor del negocio a una reunión de urgencia, Etxebarria era una oportunidad inesperada: “Este es el tipo de cliente que queremos. Además tiene una manía….tuitea todo. De lo que pase esta noche se van a enterar directamente 15.000 personas. Esto nos viene o muy bien o muy mal”.
Los influenciadores, personas que por motivos diversos trascienden los límites de los internautas terrenales, se han convertido en las piezas más codiciadas de las comunidades Online. Si las redes sociales provocan un efecto multiplicador en la cadena de recomendaciones boca-oreja, el fenómeno se convierte ya en una bola imparable cuando una estrella de la red entra en acción.
De la boca de un celebrity un comentario elogioso se transforma en el gordo de la lotería. No hace falta imaginarnos el efecto que tendría en el restaurante en apuros un hace tiempo que no comía tan bien de un Brad Pitt, un Bruce Springsteen o una Madonna. Bastarían esos 33 caracteres para invertir la trayectoria alicaída del local consiguiendo una imagen triunfadora con un toque trendy. Ni la mejor campaña de publicidad habría causado semejantes efectos.
Alberto Chicote en una imagen promocional de su programa. FOTO: LA SEXTA
Despertando de este bonito cuento de hadas, la realidad es más compleja. Las celebrities son conscientes de su influencia y ejercen de marcas humanas. Por eso cuidan su imagen y se dejan ver en las zonas más exitosas para mantener su atractivo. Desde luego, no está entre sus prioridades solucionar las penurias de un restaurante en apuros. Y por supuesto, su tuits más que patrocinados son superpatrocinados.
No hay que perder la esperanza, quedan disponibles muchos tuiteros con cientos y miles de seguidores a sus espaldas que también son referentes. En América, la meca del marketing Online, la captación del influenciador está a la orden del día. Las grandes marcas detectan a los internautas de referencia para promocionar sus productos y servicios con obsequios individuales.
Para descubrir a estos consumidores existen en el mercado herramientas como Klout o Kred que miden la influencia de los internautas por su actividad en las redes sociales. Con el índice en la mano, empieza el cortejo para que estos consumidores estratégicos se hagan evangelizadores de la marca. ¡Usa tus encantos y hazle sentir un cliente único!.
Viaje a la Social Media 
Tienes muuuucha razón en lo que escribes. Estando de acuerdo en el «fondo» del asunto, me ha gustado esta entrada porque yo vi ese capítulo de «pesadilla», que, por cierto, es un reality que me espanta y a la vez me atrae. Saludos!
Ya sabes Montse, la Social Media ofrece nuevas posibilidades, como la posibilidad de detectar a tus clientes más interesantes. La verdad es que soy bastante fan del programa, aunque Chicote sea bastante destroyer. Pero no deja de ser una metáfora de lo que nos ocurre. Muchos de los restaurantes son pura fachada, una buena decoración, pero son un buen servicio detrás.